El término EPI hace referencia a los Equipos de Protección Individual, es decir, todos aquellos elementos que debe llevar puestos el trabajador para evitar riesgos durante el trabajo y garantizar su propia seguridad.
Para que puedan ser considerados como tal, los Equipos de Protección Individual tienen que ser capaces de proteger de las amenazas que justifican su uso. Además, deberán ajustarse a la anatomía, fisiología y estado de salud del trabajador.
Todos ellos están fabricados cumpliendo el Reglamento Europeo sobre fabricación y distribución de los EPIs.
A veces, es necesario utilizar varios EPIs al mismo tiempo. Es por esta razón por la que deberán ser compatibles entre ellos. Un ejemplo de este uso simultáneo sería el poder utilizar caso, guantes y gafas de protección a la vez.
¿Cuándo deberemos utilizar los EPIs?
El uso de los Equipos de Protección Individual no debe hacerse a la ligera ni de manera innecesaria, ya que pueden entorpecer el trabajo o dañarse por un mal uso. Solamente deben utilizarse cuando las medidas de seguridad y prevención instauradas no son suficientes para garantizar la plena seguridad del trabajador, o cuando aún no se han implantado o son inexistentes. También se deberá hacer uso de los EPIs durante operaciones de mantenimiento y reparaciones.
Mantenimiento de los EPIs
Dada la importancia que tienen estos Equipos para la seguridad de los trabajadores, es muy importante que tengan un mantenimiento correcto. Esto es realizar la limpieza, reparaciones y desinfecciones oportunas siempre que lo precisen.
Aunque están destinados a uso personal e individual, es posible que algunos de ellos sean utilizados, de manera excepcional, por más de un trabajador. En ese caso, hay que aplicar las medidas de higiene y desinfección oportunas (por ejemplo, para evitar contagios).
Clasificación de los EPIs
Según el tipo de riesgo para el que estén fabricados, los Equipos de Protección Individual se clasifican en tres categorías:
- CATEGORÍA I: Son los EPIs destinados a proteger contra riesgos mínimos, como agentes atmosféricos o agresiones mecánicas cuyos efectos sean superficiales.
- CATEGORÍA II: Son los EPIs destinados a hacer frente a riesgos de grado medio o elevado, pero no de consecuencias mortales o irreversibles.
- CATEGORÍA III: Son los EPIs destinados a proteger contra riesgos de consecuencias mortales o irreversibles, como aerosoles, químicos, caídas o riesgos eléctricos.
EPIs en el transporte de mercancías por carretera
La elección del tipo de EPIs a utilizar dependerá del puesto de trabajo, del tipo de función a realizar y de los riesgos a los que se va a exponer el trabajador.
En el caso del sector del transporte de mercancías por carretera, los riesgos a los que se pueden enfrentar los conductores de vehículos y personal de almacén son, en su mayoría, de Categoría I y II. También, en algunas ocasiones, sobre todo cuando se manipulan mercancías peligrosas, de Categoría III.
Los EPIs necesarios para el transporte de mercancías peligrosas se encuentran en el Kit ADR.
Por lo tanto, los Equipos de Protección Individual a utilizar por todos los trabajadores del sector del transporte de mercancías por carretera serían los siguientes:
- Jersey de manga larga y pantalones largos (o, en su lugar, mono de trabajo) preferiblemente con bandas reflectantes.
- Guantes de seguridad, para evitar cortes en las manos.
- Calzado de seguridad, para proteger contra posibles caídas de la mercancía sobre los pies.
- Gafas de protección.
- Chaleco reflectante.
- Mascarilla, para proteger contra sustancias en el ambiente, polvo y virus.
En Nayatrans somos muy exigentes con el cumplimiento de las normas de protección individual y seguridad, y es por ello que nuestros trabajadores van siempre equipados con el Equipo de Protección individual necesario.